Los filtros de automoción sirven para limpiar los medios de trabajo de los distintos sistemas de gases nocivos, sustancias contaminantes o agua. Van principalmente destinados a prolongar la vida útil de los componentes de los sistemas en los cuales se utilizan. Están clasificados como consumibles y tienen que ser sustituidos regularmente.
Características distintivas de los diferentes tipos de filtros
Los filtros de aire forman parte del sistema de admisión. Se encargan de limpiar el aire el aire suministrado al motor. La mayoría de las veces, están hechos de papel plisado con una impregnación especial. Actúan como una barrera: las partículas de mayor tamaño que los poros del filtro se asientan en su superficie. Los filtros de aire deben cambiarse entre cada 10.000 y 15.000 km.
Los filtros de aceite se encargan de limpiar el lubricante de los productos del desgaste de motor y de la bomba de aceite, de las partículas de hollín y también de los contaminantes que se introducen en el interior junto con el aire y el combustible. Pueden llevar una carcasa de metal o de plástico. Su elemento filtrante puede estar hecho de fieltro, papel o espuma. Deben ser cambiados cada 7.000-10.000 km de media.
La misión de los filtros de combustible es limpiar el combustible de productos de la corrosión y partículas metálicas, protegiendo así el sistema de combustible de la obstrucción. También sirven para eliminar el agua del combustible. Es recomendable sustituirlos cada 10.000-15.000 km en vehículos diésel o cada 20.000-30.000 km en vehículos con motores de gasolina.
Los filtros de habitáculo son responsables de la calidad del aire que el conductor y los pasajeros respiran. Estos filtros atrapan el polvo y, en ocasiones, los gases nocivos, además de poder tener propiedades antibacterianas. Tienen que ser sustituidos cada 10.000-15.000 km.
Los sistemas de aire acondicionado están equipados con filtros secadores destinados a absorber el agua que entra en el sistema, protegiendo así sus componentes de la corrosión y la congelación.
Utilización y sustitución: lo que es necesario saber
- Debe sustituir los fluidos de trabajo a su debido tiempo. Los contaminantes acumulados, las partículas de hollín y los sedimentos obstruyen el elemento filtrante y ya no es capaz de realizar su función correctamente. Esto provoca la reducción de la eficiencia de todo el sistema donde se usa este componente. Por ejemplo, un filtro de aire obstruido puede ocasionar la pérdida de potencia y afectar negativamente al rendimiento del vehículo.
- Debe reparar a tiempo los fallos y averías de los sistemas de su coche. Por ejemplo, un sistema de ventilación del cárter defectuoso puede causar la obstrucción del elemento filtrante del sistema de admisión con aceite. Los síntomas indirectos de este fallo son las dificultades a la hora de arrancar un motor ya calentado, un funcionamiento brusco a ralentí, la reducción de la potencia y el aumento del consumo de combustible.
- Cuando conduzca por carreteras sucias o en atascos de tráfico, encienda el modo de recirculación. De no realizar esto, el filtro del habitáculo se obstruirá prematuramente. Hay algunos signos comunes que indican la necesidad de cambiarlo, las ventanas empañadas, el mal olor en la cabina y una reducción en la eficiencia del ventilador.
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