Los aceites de motor son fluidos técnicos que se encargan de lubricar los elementos del motor expuestos a la fricción. Garantizan su perfecto funcionamiento y lo protegen contra la corrosión y del desgaste prematuro.

Características distintivas de los diversos tipos de aceites de motor

Los aceites de invierno cuentan con un bajo índice de viscosidad y facilitan el arranque del motor del vehículo cuando hace frío. Los aceites de verano de alta viscosidad funcionan a la perfección en la temporada cálida. La viscosidad de los aceites para todas las estaciones cambia con la temperatura.

Los aceites de motor minerales se fabrican refinando el petróleo crudo. Estos aceites ya no suelen utilizarse en los coches modernos, solo si el motor no está sometido a cargas importantes. Estos aceites son económicos y se caracterizan por tener una alta viscosidad. Sus principales desventajas son su alto nivel de evaporación, que el motor se ensucia en caso de sobrecalentamiento y que se vuelven más espesos en climas fríos.

Por otro lado, los aceites de origen sintético no tienen una base mineral. Se sintetizan a partir de hidrocarburos mediante una serie de reacciones químicas. Estos componentes son los más comunes, ya que cuentan con gran cantidad de ventajas: tienen unos intervalos de sustitución largos, una alta resistencia al calor y un bajo nivel de evaporación. Aseguran una protección fiable del motor contra el desgaste y la corrosión. El principal inconveniente de estos aceites es su elevado precio, además de su menor coeficiente de fricción y que provocan el desgaste prematuro de las juntas de goma.

Los aceites semi-sintéticos son producidos sobre una base mineral con la adición de aproximadamente un 30% de aditivos sintéticos. Son económicos y no cambian sus características a bajas temperaturas ambientales. Su viscosidad puede disminuir con el paso del tiempo, además los productos de su degradación pueden ensuciar el motor.

Los aceites hidrocraqueados se fabrican mediante la modificación a nivel molecular del petróleo crudo. Son económicos y sus propiedades funcionales son similares a las de los aceites sintéticos. Se trata de unos aceites sensibles a los cambios de temperatura y con una vida útil corta.

Utilización y sustitución: lo que usted debe saber

1. Utilice únicamente los aceites de motor que recomiende el fabricante del vehículo. Tenga en cuenta que sus especificaciones difieren en función del tipo de motor para el que hayan sido diseñados. El uso de líquidos de trabajo inapropiados provoca desgaste prematuro de los elementos del motor y su avería.
2. Sustituya el lubricante siguiendo los intervalos de tiempo indicados en el manual del propietario del vehículo. El aceite va perdiendo sus propiedades con el paso del tiempo, lo que afecta negativamente al estado de muchas piezas del motor y conduce a su funcionamiento inestable.
3. Compruebe el nivel de aceite utilizando una varilla medidora cada 1.000 kilómetros recorridos. Esto será de ayuda para detectar si el aceite está sucio o su cantidad es insuficiente.
4. No mezcle aceites de motor de distintos tipos y marcas. Esto provoca la formación de residuos insolubles en las paredes del motor. Utilice una varilla medidora para detectar a tiempo la contaminación del aceite.
5. Debe sustituir este líquido entre 1,5 y 2,0 veces más a menudo de lo recomendado si se utiliza el coche para circular en tráfico urbano denso o en condiciones fuera de carretera. Debe comprobar su nivel regularmente. Cuando llegue a su nivel crítico, se encenderá la luz indicadora correspondiente en el panel de instrumentos.

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