Los amortiguadores y muelles son piezas que tienen la finalidad de amortiguar las vibraciones que se producen en la suspensión del vehículo durante la conducción. Son responsables de la comodidad al conducir y su estado es sumamente importante para garantizar la seguridad vial.
Características distintivas de los diferentes tipos de componentes
Hay amortiguadores monotubo o de doble tubo. Los primeros salen más caros y vienen instalados en coches deportivos potentes, contribuyen a mejorar la estabilidad y la maniobrabilidad del vehículo, pero proporcionan menos confort. Los segundos son menos propensos a la deformación, garantizan una conducción más suave pero son menos adecuados para conducir a altas velocidades. Los amortiguadores pueden ir llenos sólo de aceite o de aceite y gas comprimido, lo que afecta también a sus características de funcionamiento.
Los muelles varían en cuanto a su diámetro y sección transversal de los alambres. Pueden tener una forma cilíndrica, cónica o forma de barril. Los de forma cilíndrica son un diseño clásico. Los de forma cónica se caracterizan por tener un largo recorrido, ya que, cuando se comprimen, sus espiras no entran en contacto entre sí. Los componentes en forma de barril también tienen un largo recorrido, pero son capaces de soportar cargas elevadas.
Los muelles de ballesta se caracterizan por tener una alta fiabilidad y una gran capacidad de carga. Se instalan principalmente en vehículos comerciales.
Utilización y sustitución: lo que es necesario saber
- Estos componentes tienen que ser sustituidos por parejas en el mismo eje. Sus propiedades de funcionamiento cambian gradualmente con el tiempo. Por lo tanto, las piezas nuevas y las usadas tienen distintas características. La sustitución de sólo uno de los componentes da lugar a un desequilibrio de la suspensión. Sus síntomas son una maniobrabilidad y estabilidad del vehículo deficientes. En algunos casos, la carrocería del vehículo puede incluso llegar a deformarse.
- No sobrecargue su vehículo. Esto puede causar el desgaste prematuro de los elementos de la suspensión. Por ejemplo, que comiencen a aflojarse los muelles. Muestran signos de que las espiras se tocan entre sí. Debido a la reducción de la fuerza, la espira de un muelle puede romperse cuando el coche circula sobre un obstáculo. Esto se puede ver durante una inspección visual. Un cambio en la altura de marcha es también un signo de fallo.
- Lave regularmente su vehículo. Revise las botas del eje para detectar fugas. Estar expuestos a la suciedad y a la humedad resulta peligroso para la varilla del amortiguador. Además, en caso de que el sello haya perdido su elasticidad, dicho componente puede comenzar a tener fugas de aceite. Las manchas en su carrocería indican que hay un problema.
- Lubrique los muelles de ballesta con regularidad. De lo contrario, sus elementos se desgastarán más rápido. Por lo general, los chirridos que produce el componente mientras conduce indican que necesita lubricación.
- Evite un estilo de conducción agresivo; intente conducir con calma y cuidadosamente. En caso contrario, la parte principal del amortiguador puede deformarse y el ensamblaje se atascará. Al mismo tiempo, la maniobrabilidad y la estabilidad del vehículo empeorarán y la distancia de frenado aumentará. El confort de conducción también resultará perjudicado.
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