
Los sistemas de calefacción y de ventilación garantizan el suministro de aire fresco a la cabina del vehículo, su circulación y calefacción. Su eficiencia ejerce un impacto significativo sobre la rapidez con la que los conductores se cansan al volante. Por lo tanto, el correcto funcionamiento de estos sistemas constituye uno de los factores que afectan a la seguridad vial
Características distintivas de los diferentes sistemas de calefacción y ventilación
Los sistemas de ventilación y de calefacción difieren en el número, diámetro y en la posición de los conductos de aire, las rejillas de ventilación y las tomas de aire que llevan. También pueden ir equipados con ventiladores y con intercambiadores de calor de distintas capacidades energéticas. El ajuste de la posición puede ser de tipo escalonado o continuo.
El tiempo de calentamiento de la calefacción es otro factor importante. Este depende en gran medida de la potencia del motor y de la configuración del termostato. Algunos vehículos cuentan con un calefactor adicional que sirve para el intercambiador de calor. La velocidad con la cual se calienta resulta especialmente importante en invierno: cuanto más eficiente sea el intercambiador de calor, más rápidamente se derretirá el hielo de las ventanillas y más rápido podrá usted ponerse en marcha.
Utilización y sustitución: lo que es necesario saber
- Cambie el líquido refrigerante cuando corresponda. La vida útil del intercambiador de calor depende del estado del anticongelante. El aire de la cabina se calienta mucho más lentamente si está contaminado. Además, la corrosión aparece con frecuencia en las zonas contaminadas, provocando fugas. Muchas veces, el refrigerante se acumula formando charcos en la alfombrilla cerca de los pies del pasajero de la parte delantera, lo cual hace más fácil diagnosticar el problema.
- Debe purgar el sistema de refrigeración en cada cambio del anticongelante. De no hacerlo así, podrían formarse bolsas de aire y perjudicar la eficiencia y el funcionamiento del intercambiador de calor. Además del deficiente rendimiento del intercambiador de calor, también pueden dar lugar a un sobrecalentamiento del motor.
- Limpie el radiador y las aspas del calentador de polvo, residuos, hojas, y otros elementos contaminantes. Para ello, puede utilizar un detergente suave y agua; no debe utilizarse agua a presión, ya que esto puede provocar daños en las aspas de los ensamblajes. Los elementos obstruidos impiden los procesos de intercambio de calor y también evitan que el aire de la cabina se caliente. Para saber si ha llegado el momento de limpiar los ensamblajes o no hacerlo, solo tiene que echar un vistazo bajo su capó: si hay suciedad atascada allí, podrá verla de inmediato.
- Sustituya el filtro del habitáculo siguiendo unos intervalos regulares. Cuando éste se obstruye, se ve reducida la cantidad de aire suministrado a la cabina. Esto lleva a una disminución de la eficiencia del ventilador. Un olor inusual dentro del coche es un síntoma común de que el filtro debe ser cambiado.
- Limpie las rejillas de ventilación regularmente. Si se obstruyen, esto impide la circulación del aire dentro del vehículo. Las ventanillas empañadas y los olores extraños son otros síntomas del problema.
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