Con el frenado del vehículo, el peso es automáticamente enviado al eje delantero y el eje trasero es aliviado. Hay frenos en curvas, en las que las llantas externas son más cargadas que las internas. La distribución del peso es diferente dependiendo del tipo. Para modelos con motor frontal, la fuerza de frenado se distribuye de manera distinta en ambos ejes. También deben de considerarse las condiciones de carga, porque la fuerza de frenado debe de distribuirse de manera de diferente cerca del peso máximo permitido, que como se distribuye sin carga. Si no es así, existe el peligro de que las llantas traseras empiecen a bloquearse de manera incontrolable y el vehículo comience a dar giros.

El tamaño del cambio de eje de entrada de los frenos depende del retraso en los frenos, la carga, la distribución de la carga en el chasis y el centro de gravedad.

La fuerza de distribución del frenado del auto usualmente se diseña para tener resultados de frenado óptimos en un retraso de frenado promedio y con carga media. Esta fuerza de distribución se regula de manera diferente para vehículos de pasajeros. Una variantes es uso del controlador de freno, que está montado en el eje traseros y reduce la presión hidráulica en la línea de frenado. Hasta cierta presión (por ejemplo 40 bares) incrementa la presión de frenado en el eje delantero en la misma proporción, y luego disminuye la presión en el eje trasero en relación con el delantero. Por lo tanto hay un bloqueo en las ruedas del eje trasero y previene el riesgo de punción a través de regulador de fuerza de frenado. Las condiciones de carga son transmitidas a través de un muelle que está unido al eje trasero o un vínculo al controlador.

Si el regulador de fuerza de frenado está defectuoso, debe de ser reemplazado completamente. Para ello se requiere de un elevador. Posteriormente, el sistema de frenos completo debe de ser purgado.

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