El calor del proceso que se genera durante las combustiones en un motor de combustión de un turismo necesita ser extraído para que no caliente los componentes del vehículo en exceso. En los turismo modernos esto casi siempre se hace mediante sistemas de refrigeración líquida. La energía térmica se bombea mediante el líquido de refrigeración al radiador donde el calor residual se descarga mediante una corriente de aire entrante a través de la rejillas del radiador hacia las rejas. La rejilla del radiador se monta en la parte frontal del vehículo y se usa para proteger las rejas de refrigeración de los daños causados por objetos extraños.

Además de esto, la rejilla del radiador también tiene que cumplir con aspectos estéticos y cuadrad con el diseño del vehículo. Excepto en unos pocos diseños, las diferentes construcciones que renunciaban completamente a la rejilla del radiador y proveyeron refrigeración mediante otras aperturas se rechazaron porque se comprobó que eran un fracaso. Desde el punto de vista técnico, la rejilla frontal del radiador es la mejor solución para proveer la cantidad de aire refrigerante necesario.

Hay algunas rejillas pequeñas que es montan en el panel frontal (parachoques). Por lo general la rejilla del radiador se pone en una lámina de metal del chasis con pernos o mordazas. Con el paso de los años las rejillas han sido objeto de corrosión debido a las influencias del tiempo y se vuelven frágiles. Sin embargo, estas rejillas están en riesgo especial en caso de daños causados por venados u otros accidentes porque casi siempre se rompen.

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